martes, 26 de noviembre de 2013

Proyecto Palau Can Ques



policromado restaurado
 

Las actividades artísticas de Eduardo Zelisco en la isla le llevan a la decoración de interiores con murales y pinturas, gracias a los que acaba siendo conocido por don Juan Picornell Rowe, quien en 1998 le pide que restaure para él el Palau Ca'n Ques en Palma.

 




desperfectos por humedad
 

Detalle del estado previo de la Sala Imperial. Hay que decir que el Palacio llevaba 60 años sin habitar.

Los desperfectos por goteras y humedades habían dañado seriamente los policromados, con formaciones salinas y deterioro general en todas las superficies.

 



todas las superficies estaban afectadas


Debieron hacerse nuevos moldes con ayuda de los viejos y a veces sin ellos, con la sola guía de dibujos.

 

La recuperación de los colores fue especialmente tenida en cuenta, a partir de partes no afectadas por el paso del tiempo en tan penosas condiciones.

La aplicación del pan de oro a los renovados relieves supuso el broche final.

 

Con techos de 9 metros de altura los desperfectos se adivinan descomunales.




lienzo en Sala Azul
 

La Sala Azul supuso un reto extra, por tratarse de la sala que expone los lienzos del pintor mallorquín Nadal, adheridos a sus paredes, y que habían sufrido especialmente el paso del tiempo, con zonas rozadas, con jirones y zonas borradas que debieron ser repintadas siguiendo las técnicas y colores de la época de su creación.



detalle de la restauración

En la Sala Salmón (por su color), hubo que rehacer prácticamente la mitad de un lienzo. Puesto que estaba quemado, al no haber fotografías de cómo era originalmente, Eduardo tuvo que echar mano de su imaginación, consiguiendo que armonizara con el resto del Palau.

El estuco veneciano y las pinturas en base a cal, utilizadas en la época, fueron los materiales y técnicas empleados en esta restauración.




fuente con mosaico descolorido
 

La fuente del patio exterior había perdido vida y su mosaico apenas mostraba los colores originales.

Limpió la base y le dió una capa de fondo aislante para evitar fugas de agua.

 

Posteriormente y con ayuda de una pintura especial, para que resistiera al contacto con el agua, fue recuperando los dibujos con los colores originales. Una obra digna de un maestro.

 

 

 

 


repintado del mosaico


 

Las piezas del mosaico debían pintarse una a una, recuperando los dibujos originales, a veces adivinando el original, y secarse aplicando calor para dar la resistencia al agua y a los productos químicos que pudieran emplearse en el mantenimiento. 

 



estado final de la fuente



Los trabajos de renovación de la fuente finalizaron con la completa recuperación del mosaico original, dando vida de nuevo al patio del Palau.

 

Recuperó las puertas (incluidas las de la entrada principal) y ventanas del Palau sin utilizar productos químicos, mediante técnicas antiguas.

Las columnas de mármol se renovaron con resinas y colorantes de simulación.

Los elementos decorativos de los arcos fueron limpiados hasta conseguir el resultado final.




Satisfecho por el resultado, el mismo Juan Picornell le encarga los trabajos de renovación y decoración del Café Cappuccino en el Paseo Marítimo de Palma.




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